Rituales y Ceremonias

En el tiempo prehispánico, realizar los rituales pertinentes para mantener el ‘favor’ de Tlaloc con la petición de lluvias, era fundamental para evitar la sequía o las inundaciones en las tierras de cultivo y en las ciudades.

El culto a ambos dioses acuáticos (Tláloc y Chalchiuhtlicue) era sumamente importante en la cosmovisión de los pueblos nahuas porque de él dependía la suerte de todas las actividades agrícolas. 

Actualmente, siguen existiendo rituales relacionados con estas figuras en muchos pueblos indígenas, pues de este líquido depende que la vida siga floreciendo.

En 2024, se invitó al público en la ‘casa del maíz y la cultura alimentaria’, del Complejo Cultural Los Pinos, a las ceremonias como petición de lluvias que se realizaron en los cuatro puntos cardinales y en el centro de México.  
Se colocan en tobillos o muñecas de danzantes emitiendo sonidos similares a cascabeles. Estos implementos eran considerados sagrados, utilizados con fines rituales, en los cuales su sonido inducía la introspección espiritual y el éxtasis.  
Para los huicholes (wixárika), representa el sonido de la lluvia y conecta con Tatei Niwetsika (Diosa de la Lluvia).

«…los Concheros entran en trance al danzar al compás del huehuetl, “que representa el latido del universo”, mientras los ayoyotes marcan el pulso»